El desarrollo e implementación de un sistema de espuma mecánica de protección contra incendios ha permitido abordar eficazmente requerimientos de prestaciones tales como hangares aeronáuticos, tanques de combustibles, derrames de líquidos combustibles en camiones de transporte, entre otros, que hasta hace un tiempo solo eran protegidos mediante agua o solo con aplicaciones manuales de extinción.

Para comprender el mecanismo de extinción de las espumas mecánicas, recordemos los componentes básicos que conforman el fuego. Anulando cualquiera de estos elementos, la llama o incendio no continuará desarrollándose.

La espuma se encuentra diseñada para ser aplicada sobre los líquidos combustibles que se encuentran ardiendo, cubriendo la totalidad de la superficie del líquido o derrame. Su formación, aplicación y eficacia también puede ser esquematizado mediante un tetraedro.

Al igual que el tetraedro del fuego, ante la inexistencia de alguno de estos cuatro elementos, la espuma mecánica no será eficaz en la extinción del incendio. En este sentido, la espuma actúa principalmente en cuatro formas distintas:

• Aísla el aire, impidiendo el aporte de oxígeno a los vapores inflamables.

• Elimina la emanación de vapores inflamables desde el combustible.

• Aísla las llamas en la superficie del combustible.

• Enfría la superficie del combustible y su entorno